Hay que cosas que uno, como preparador físico aprende a medida que avanza en la profesión. Este blog no tiene demasiados elementos de la “teoría del entrenamiento”, es más bien una reflexión muy personal acerca de la labor diaria como preparador físico, pero creo que puede resultar interesante para todos los aspirantes a PF. Créame, con solo saber no alcanza.
1) Sea Usted Mismo.
No, no pretendo arrancar esto como un artículo de autoayuda, pero verdaderamente ser lo que usted es le va a allanar el camino en su profesión. Durante muchos años creí en un “modelo de PF”: gritón, mala onda, gruñón. Jugaba ese personaje durante las prácticas, pero lo cierto es, que ese no soy yo. Si usted lo es, no hay nada de malo: ¡siga adelante! Cada uno tiene una manera de ser, que es con la que idealmente quiere tratar con la gente. No construya un personaje, no se puede estar actuando todo el tiempo.
2) Sea Abierto A Muchas Cosas E Intransigente A Otras.
En todas las relaciones hay que saber escuchar y ceder. Sin embargo, uno ocupa un espacio desde el que debe liderar. Normas de convivencia claras e inamovibles son la base de una sana dinámica de grupo. En las normas de inicio y final de la actividad soy intransigente. De lo que pasa en el medio, podemos hablar.
En el gimnasio un jugador puede ser incapaz de ejecutar algún ejercicio determinado en un cierto día (por una molestia, dolor, lesión), en ese caso soy abierto y ese ejercicio se cancela. Sin embargo, soy intransigente en cuanto a que cancelar un ejercicio no significa un ejercicio menos en el plan. El ejercicio se modifica o se cambia por otro.
3) Nunca Venda A Un Jugador.
Hay jugadores de todo tipo, como hay también todo tipo de personas: las personas ventajeras, las vagas, las que ponen excusas. No importa cuál sea la personalidad del jugador, si este no cumple, no trabaja o comete un error dentro del ámbito de la preparación física, la responsabilidad primera y última es del PF. Resulta lo más sencillo del mundo excusarse frente al entrenador principal diciendo: -“¿Y yo qué puedo hacer? ¡Es un jugador vago!” Busque las variantes para hacerlo menos vago y hágase cargo si no consiguió nada con él.
También el rol del PF es uno de mucha cercanía con el jugador. Por lo general no son pocos los jugadores que confiesan al PF sus más profundos miedos, broncas, angustias, etc. A veces son problemas entre jugadores, problemas externos (del tipo familiar o amoroso), problemas con el entrenador y otros. Estas charlas son por lo general privadas y qué y cuánto de esto se comparte con el entrenador, cuerpo técnico o demás jugadores, debe ser consensuado con el jugador. Si en todo caso uno se arriesga a cometer una infidencia, ésta debe ser siempre en beneficio, tanto del jugador como del equipo. No sirve comentarle al entrenador que tal jugador está enojado, si el entrenador se va a enojar aún más y el problema se va a agudizar en vez de suavizar.
El grupo de jugadores siempre valora a un PF que es capaz de dar la cara por ellos y que no los va a traicionar. De vender a un jugador no se vuelve.
4) Trabaje Con Tantos Materiales Como Pueda.
Durante muchos años me he jactado de ser capaz de trabajar con una soga y una barra como si eso fuese una fortaleza. Claro, tener la creatividad para trabajar con poco material no es una cosa mala, pero ser creativo con mucho material es siempre mejor. Busque tener tanto material para trabajar como pueda. Sus jugadores se lo van a agradecer.
5) Apóyese En El Capitán.
Hay momentos en los que uno debe comunicar algo que no funciona bien, algo acerca de lo que uno no está satisfecho. Una buena estrategia es apoyarse en el capitán del equipo para esto. Hable con él acerca del problema y haga que sea él mismo quien envíe el mensaje al equipo todo. Esta es una muy buena variante que permite, por un lado que el PF no se desgaste tanto, y por el otro, comprometer al capitán en las decisiones que se toman, lo que inmediatamente duplica las voces al respecto.
6) Dé En La Tecla.
Este es un consejo de un gran maestro del deporte como Julio Velasco. Y no me lo dio a mí precisamente, sino nada más ni nada menos que al Pep Guardiola. Este consejo es que no se puede tratar a todos los jugadores por igual. Son todos diferentes. Dé en la tecla que le permita llegar a cada uno.
7) Apruebe Tanto Como Pueda, Pero No Caiga En La Adulación.
Créame que resulta sorprendente el poder que un: -“¡bien hecho!” en el entrenamiento tiene en la psique y moral de un jugador. Resaltar las buenas acciones, los buenos rendimientos, debe ser algo diario. Sin embargo, mida lo que dice. Alcanza con un: -“muy bien”. Decir: -“Espectacular”, -“Sos el mejor”, -“Maravilloso”, al tiempo que se mueven los brazos y se salta, produce, en mi opinión, un efecto nocivo en el jugador. Modere sus elogios.
8) No Tenga Favoritos.
Es algo natural en las relaciones humanas que existan personas que nos caen mejor que otras. Esto es así. Sin embargo, y si bien un PF puede sentir mayor afinidad por uno u otro jugador, debe tratar a todos por igual. Esto viene a cuento del punto anterior. Como regla general, luego de marcarle una buena acción a un jugador, inmediatamente busque el momento para marcarle algo bueno al jugador con el que pelea el puesto. Sea leal y ecuánime.
9) Sea Un PF Twitter.
Hable solo lo necesario. Sea breve, conciso. Como dice el gran Vern Gambetta sea un entrenador Twitter.
10) Póngale El Cuerpo.
No se ha inventado aún mejor manera de enseñar y motivar que mostrar. Sin caer en excesos, muestre usted mismo los ejercicios a ejecutar cuando estos requieran de una explicación. También en los momentos en los que se requiere motivar al grupo, mostrar uno mismo la actividad resulta algo bueno. Esta es una buena estrategia ante ejercitaciones “incómodas”. Si le pide al grupo que corra y se tire al suelo, créame que va a tener mucho más éxito si usted lo hace primero. De esta manera, algunos del grupo van a inconscientemente quedarse sin excusas… -“si lo hizo el viejo, yo también tengo que hacerlo” .
11) Tenga Paciencia.
Muchas veces lo que hoy necesitamos de un jugador, el jugador nos lo va a dar en dos años. Ya sea por cuestiones físicas, de maduración psicológica/personal, etc. Hay procesos que no se pueden apurar. En un medio en el que solo sirve la victoria, el hoy, ser respetuoso de la evolución de los deportistas a veces resulta difícil. Tenga paciencia y no deje que el ambiente se lo lleve por delante.
12) Llévese Bien Con El Resto Del Cuerpo Técnico.
Formar parte de un equipo deportivo, de conducción no siempre resulta sencillo. Las relaciones con el resto del staff a veces pueden resultar complicadas. Es difícil hacerse entender y entender al otro, sobre todo cuando cada uno tiene bagajes, edades, culturas y experiencias diferentes. Es muy importante intentar interpretar y apoyar al entrenador, ayudar a los asistentes y trabajar codo a codo con el fisioterapeuta. No se sienta tocado si le piden cambiar o probar algo, inténtelo.
13) Sostenga Sus Decisiones.
De la mano con el punto anterior, usted siempre puede recibir sugerencias y probar cosas nuevas. Pero al final, usted y solo usted es el responsable de la parte física. Si toma una decisión, lo hace en el convencimiento de que es lo mejor para el equipo. Ese tipo de decisiones han de sostenerse, aún bajo la presión del técnico, jugadores u otros. No las cambie para dejar contento a nadie. Respétese a sí mismo tanto como respeta las decisiones del resto.
14) Lleve Una Bitácora.
No hay probablemente cosa más importante en el entrenamiento que llevar un registro diario de lo que pasa. Anote sus entrenamientos y todo lo que sucede en ellos. Agregue, además, sus impresiones al respecto, las impresiones de otros, situaciones curiosas, situaciones para evitar o mejorar una próxima vez, ideas que le surjan, etc. Personalmente estoy siempre revisando mis diarios viejos, recordando y aprendiendo de ellos.
15) Sepa Cuándo Dar Un Paso Al Costado.
Es cierto que uno no debe rendirse fácilmente y debe pelear para hacer valer el propio proyecto, pero también es cierto que hay veces en las que lo más sano es renunciar. Cuidar la propia salud, la propia integridad personal o moral es más importante que cualquier trabajo. Hay veces que aguantar no hace más que debilitarnos y, es en esos casos donde dando un paso al costado, sin duda, más tarde o más temprano, saldremos fortalecidos.
Acerca del Autor.
Juan Ignacio Arenillas, nacido en Buenos Aires en 1970, es uno de los secretos mejor guardados del deporte argentino (no lo conoce nadie). Recibido de Profesor de Educación Física en el INEF Romero Brest, se dedicó de inmediato a cualquier tipo de trabajo (siempre dentro de los límites de la decencia) que garantizara su subsistencia: dio clases de natación, animó fiestas infantiles, fue suplente en escuelas y monitor en viajes estudiantiles, entre otras muchas cosas para el olvido.
Continuó con estudios exageradamente variados en cursos, profesiones y oficios: Entrenador de Atletismo, Taller de Literatura, Investigación Científico Deportiva, Dirección de Cine, Entrenador de Triatlón, Carpintería, Computación, Timonel a Vela, etc.
Durante 15 años trabajó en la Secretaría de Deporte de la Nación, aunque jamás pisó la sede central y siempre (y por el bien del deporte nacional) fue mantenido en la filial de Ezeiza, en donde también se dedicó a hacer más o menos lo que se le mandase con más voluntad que ingenio. De esos años de gloria queda apenas el recuerdo de haber ser sido el ideólogo del Programa Nacer, tal y como hoy se lo conoce, como programa de entrenamiento en pruebas de fondo para personas con discapacidad mental.
Paralelamente durante esos años se dedicó a entrenar triatletas y fondistas, la gran mayoría amigos dispuestos a aceptar un mal plan a cambio de un magro pago.
En el año 2000 y, recomendado por un amigo (cuando no), le llega la primera gran oportunidad como Preparador Físico en el profesionalismo: una liga metropolitana en un deporte hasta entonces para él casi desconocido: el voleibol. Cinco años le llevó alcanzar un nivel de Liga Nacional y apenas unos pocos meses para irse al descenso en ese mismo 2005 con el Club Monteros de Tucumán.
A mediados del año 2008 y cansado ya de la falta de éxitos en su país, decide aceptar una oferta para continuar su derrotero (nunca mejor empleado el juego de palabras) en Europa, más precisamente en Austria como Preparador Físico del hotVolleys de Viena y de la Selección Nacional. El Voleibol le insistía. Allí continúa hasta el día de hoy, como Preparador Físico en la Federación Austríaca de Voleibol, habiéndose ganado un reconocimiento excesivo a base de todo tipo de imposturas.
Imagen de Portada cortesía de la Federación Austríaca de Voleibol.
Muy bueno Juan, comparto totalemnte
Bueno, gracias Pablo… y un muy feliz cumpleaños 🙂 Abrazo!
Capo juan siempre dejando una gran enseñanza , gracias por transmitir tus experiencias !! Al menos para mi son de gran ayuda , nos es nada facil la tarea de pf .
Gracias Sebas! Abrazo!
Hola Juan,
Buen articulo.
Quiero darte las gracias por el programa de fuerza por oleadas, ya lo sabia, pero el programita me parece muy bueno, y tengo que decirte que nunca habia tratado de hacerlo con potencia, y me han sorprendido los resultados, asi que queria comentartelo y agradecerte el trabajo que te has tomado en hacerlo.
Hola Daniel, de nada y me alegra saber que el programita te ha funcionado.
Saludos,
Juan.
excelente aporte
gracias por compartir tus conocimientos y experiencias, esto nos sirve mucho para los que estamos recien comenzando en este mundo
un abrazo desde chile
Gracias Herman! Un abrazo a vos y a todos lo hermanos chilenos!
Juan.