¿Qué hay en el nombre?
La existencia del corazón era bien conocida por los griegos, quienes le dieron el nombre deKardia, el que aún sobrevive en palabras modernas como cardiaco y taquicardia. Aristóteles creía que el corazón era el asiento del alma y el centro del hombre. Los romanos modificaron finalmente Kardia a Cor, palabra que aún sobrevive en " saludos cordiales". La antigua palabra Teutona herton también deriva de Cor y es lo que brinda la raíz a la palabra inglesa heart a través de la forma medieval heorte.
¿Dónde se localiza?
Pregunta tonta, ¿verdad? Bueno, si usted respondió en el pecho a la izquierda, ¡se equivoca! El corazón está situado en el centro del pecho anidado entre los dos pulmones. Sin embargo, el vértice o punta del corazón se desplaza hacia la pared torácica izquierda y golpea contra las costillas durante la contracción. En consecuencia, el ritmo se detecta mejor en el lado izquierdo, justo debajo del músculo pectoral.
¿Cómo es de grande?/
Por lo general, es de aproximadamente el tamaño de su puño. Esto realmente no es muy grande cuando se piensa en el tamaño del cuerpo al que sirve. En algunos animales, como los caballos, la relación entre el tamaño del corazón y el tamaño del cuerpo es mucho mayor. ¡Esto ayuda a explicar porqué los caballos son grandes atletas de resistencia! El corazón es también mayor en los atletas de resistencia de elite, debido a la genética y el entrenamiento. El corazón no entrenado promedio, puede bombear como máximo de 15 a 20 litros de sangre por minuto. Los atletas de elite, tales como los remeros de nivel mundial pueden tener un gasto cardíaco máximo de casi 40 litros / min. ¡Se trata de un enorme flujo que se mueve a través de una bomba del tamaño de su puño! Para tener una perspectiva de estos flujos de salida, vaya al fregadero de su cocina y abra la llave del agua a todo volumen. Ahora busque una jarra de leche o algo que le brinde una medida de volumen. Apuesto a que usted encuentra que su grifo no fluye tan rápido como lo que el corazón puede bombear.
En cierto sentido, el corazón es en realidad dos bombas vinculadas: el corazón izquierdo y el derecho. Ambos lados bombean la misma cantidad de sangre, pero a diferentes lugares y a diferentes presiones. La bomba de la parte derecha (ventrículo derecho) bombea sangre empobrecida de oxígeno que ha regresado del cuerpo hacia los pulmones para la reoxigenación. Este es un viaje corto y requiere de poco desarrollo de presión, de modo que el ventrículo derecho es más bien de paredes delgadas, como el fuelle de una chimenea. La parte izquierda (ventrículo izquierdo) es el verdadero caballo de batalla, que bombea la sangre oxigenada que ha regresado de los pulmones (el lado derecho e izquierdo del corazón están por tanto conectados) hacia todo el cuerpo. ¡Esto significa mover la sangre a través de un laberinto de vasos sanguíneos desde la parte superior de la cabeza hasta los dedos de los pies! Por consiguiente, debe desarrollar más presión a cada latido (alrededor de 120mmHg en reposo). El músculo del corazón izquierdo es, por lo tanto más grueso, al igual que el bíceps se vuelve más grueso si tiene que levantar grandes pesos todo el día.
¿Cómo es qué bombea la sangre?
Clásicamente, se nos ha enseñado que el corazón presiona la sangre a través de la aorta mediante la disminución de su circunferencia externa. Esta opinión es apoyada por el hecho de que durante la cirugía cardiaca (con el pecho abierto en dos), el corazón bombea de esta manera. Sin embargo, en condiciones normales, el corazón funciona dentro de la cavidad torácica, en un volumen cerrado, lleno de líquido. Existe ahora una creciente evidencia que indica que durante el ejercicio, el corazón funciona más como un pistón o una bomba de vacío, con pocos cambios en la circunferencia exterior. A medida que aprendemos más sobre la dinámica de la función del corazón, es evidente que este modelo es fundamental para la eficiencia del corazón como una bomba. Modelos más recientes acerca de la actividad del corazón indican que éste se beneficia de los efectos del vacío y la inercia de líquido a medida que aumenta la frecuencia cardíaca durante el ejercicio. Una de las razones por la que los corazones artificiales han funcionado tan mal, es que han tratado de utilizar un diseño basado en suposiciones erróneas acerca de cómo bombea el corazón humano. La visión clásica de la mecánica de bombeo del corazón, sin embargo y debido a su popularidad, se muere lentamente. De todas formas, parece razonable decir que el corazón funciona más como una bomba de vacío que como una mano exprimiendo el jugo de un limón.
Ecocardiograma (vídeo) de las 4 cámaras de un corazón en reposo. Este es un enlace a un archivo de GRAN TAMAÑO que muestra una linda vista de las 4 cámaras del corazón durante una contracción. Los ecocardiogramas resultan un poco raros de ver, porque la imagen fotografiada está al revés y en espejo. Así que, si se abre esto, la cámara superior derecha que se ve es el ventrículo izquierdo. La cámara derecha, en la parte inferior, es la aurícula izquierda. Los pequeños colgajos que ve moverse son las cúspides de la válvula. Si usted puede conseguir que su reproductor multimedia reproduzca la secuencia de 1 segundo repetidamente, usted será capaz de ver mucho mejor cómo el corazón se contrae. Si no, simplemente haga clic en reproducir una y otra vez.
Otro ecocardiograma muestra el ventrículo izquierdo en acción. Este vídeo (también un archivo de gran tamaño más adecuado para internet de alta velocidad) muestra la sección transversal del ventrículo izquierdo durante la contracción. Lo que verán es el diámetro exterior de la pared ventricular modificarse un poco, mientras que el diámetro interior, disminuye dramáticamente cuando la sangre es expulsada del ventrículo.
¿Qué controla el ritmo cardiaco?
Ahora bien, esta es una pregunta difícil de responder sin utilizar un poco de la jerga de la fisiología. A diferencia del músculo esquelético, que está bajo control voluntario, el corazón es un músculo involuntario. La mayoría de nosotros no podemos decirle a nuestro corazón que disminuya o no su velocidad (se resiste al entrenamiento de bio-retroalimentación). La frecuencia de golpes (frecuencia cardíaca) es controlada mediante el equilibrio de la estimulación proveniente de las ramas simpática y parasimpática del sistema nervioso autónomo. Ambos estímulos nerviosos al corazón convergen en una pequeña área de tejido en la aurícula derecha llamada nódulo sino-auricular. La estimulación parasimpática (descanso y recuperación) tiende a disminuir la velocidad, mientras que la simpática (pelea o huida) aumenta la velocidad (y la fuerza de contracción). En reposo, normalmente existe un equilibrio entre las dos entradas inclinándose hacia el lado parasimpático. Sin embargo, incluso sin ningún tipo de impulso nervioso, el corazón late de forma automática debido a algunas características únicas de la fisiología de su membrana. Esta tasa intrínseca es, sin embargo, bastante lenta (alrededor de 20 latidos por minuto). Un estímulo puramente parasimpático dará lugar a una frecuencia cardíaca de alrededor de 30. Así que la persona no entrenada tiene una frecuencia cardíaca en reposo de aproximadamente 70 lpm, como resultado de una estimulación simpática constante. Con el entrenamiento, el equilibrio entre el estímulo parasimpático y simpático tiende a cambiar en favor del parasimpático, lo que resulta en una frecuencia cardíaca más lenta en reposo. Atletas de resistencia de elite puede tener FC de reposo de 35 a 40. ¡Incluso se han registrado valores de 28 latidos por minuto!
El iniciar una actividad resulta primeramente en retirada de la estimulación parasimpática (hasta una frecuencia cardíaca de alrededor de 100) seguido de un aumento de la estimulación simpática con una actividad más intensa hasta el ritmo cardíaco máximo. Un número de estudios han demostrado que la frecuencia cardíaca máxima, en realidad tiende a DISMINUIR con altos volúmenes de entrenamiento de resistencia. El promedio de una serie de estudios indica una reducción de 7 latidos en la frecuencia cardíaca máxima después del entrenamiento con respecto al estado sin entrenamiento. Anecdóticamente, también parece que incluso en los deportistas, los períodos de volumen muy alto pueden causar transitoriamente una mayor reducción de la frecuencia cardíaca máxima, o quizás más correctamente una reducción en la capacidad del sistema nervioso simpático para movilizar al máximo el ritmo cardíaco. Hemos testeado esquiadores XC junior antes y después de un campamento de entrenamiento de 10 días compuestos de una forma anormal (para ellos) de entrenamiento de alto volumen. En promedio, el grupo mostró una ligera reducción en el VO2 máx a pesar de estar en muy buena forma, y su frecuencia cardiaca máxima durante la prueba de VO2 máx fue quizás 4 latidos por minuto más baja. Los atletas estaban en muy buena forma, pero no pudieron movilizar plenamente, carecían de la última marcha. Después de unos días de descanso relativo, volvieron a la normalidad.
¿Hará el entrenamiento que mi Máxima Frecuencia Cardíaca Aumente?
La respuesta a esta pregunta ha sido contestada. ¡No, la frecuencia cardíaca máxima no se incrementa con el entrenamiento! A medida que envejecemos, disminuye nuestra frecuencia cardíaca máxima. La principal diferencia en el corazón entrenado en resistencia es un volumen más grande por latido. El corazón entrenado se hace más grande y bombea más sangre en cada latido. Así pues, esta pequeña reducción en la frecuencia cardiaca máxima es más que compensada por un aumento del volumen sistólico.
Acerca del Autor.
Stephen Seiler es un entusiasta del deporte de resistencia y de la investigación orientada hacia la fisiología del ejercicio con un gran interés en la fisiología del rendimiento humano y del ejercicio como forma de la medicina preventiva. Es un norteamericano “trasplantado” que ahora vive en Noruega. Su alma mater (BS y MS) es la Universidad de Arkansas en Fayetteville. Luego estudió durante 5 años en la Universidad de de Texas en Austin para completar su doctorado en Fisiología del Ejercicio. Ha sido autor o coautor en artículos de investigación en diferentes revistas incluyendo, American Journal Physiology, the Journal of Applied Physiology, Free Radical Research, Medicine and Science in Sports and Exercise, the Scandinavian Journal of Medicine and Science in Sports, Aging: Clinical and Experimental Research, the Journal of Strength and Conditioning Research, entre otras. También ha hecho presentaciones en congresos nacionales e internacionales de la Asociación Americana del Corazón, El Colegio Americano de Medicina Deportiva, la Escuela Europea de Ciencias del Deporte, la Federación Internacional de Remo, el Congreso Internacional en Ciencias de Esquí, la Federación de Asociaciones de Biología Experimental , la Federación de Remo y Patín Carrera de los Estados Unidos, la Federación Olímpica Suiza, la Federación Olímpica Alemana y la Federación Sueca de Esquí.
Desde 1997, trabaja en la facultad del Instituto de Salud Pública, Deporte y Nutrición de la Universidad de Agder, Kristiansand en Noruega, y como profesor de tiempo completo desde 2006. También es consultor adjunto de investigación en un importante hospital regional. Hace muchos años enfoca sus esfuerzos a la enseñanza y la investigación de la fisiología del entrenamiento de resistencia y rendimiento, por lo que su sitio webwww.home.hia.no/~stephens surgió de ese interés.
Traducido por Juan Ignacio Arenillas con autorización del autor.