Ocho Lecciones Para el Desarrollo del Atleta que Aprendí de Charlie Francis.


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Tuve la fortuna y el placer de trabajar de cerca, con, y aprender de Charlie Francis, por un período de aproximadamente diez años, todos anteriores a su fallecimiento. Cuando era un joven atleta de pista en los años 1970 y 1980 en Canadá, fui guiado por muchas de las ideas enseñadas por Gerard Mach y sus entrenadores protegidos, como Charlie. De hecho, uno de mis entrenadores de juveniles se mantuvo en estrecho contacto con uno de los atletas de Charlie durante la década de 1980 y nos transmitió a todos nosotros los conceptos de entrenamiento sobre una base semanal. De muchas maneras, yo estaba experimentando una educación temprana en el enfoque de Charlie al entrenamiento que se ha quedado conmigo hasta el día de hoy. No pasa un día en que no me acuerde de algunos de los principios de entrenamiento que Charlie me pasó, y él ha afectado la forma en que enseño a mis atletas, entrenadores asistentes, internos, e incluso a mis propios hijos. Como Al Vermeil siempre ha afirmado, la brillantez de Charlie Francis estaba en la sencillez de su aplicación para obtener resultados efectivos. “Aplicación simple, explicación compleja”, Al me decía siempre. Si los entrenadores tienen que recurrir a largas conferencias y explicaciones de “por qué” hacen lo “que” ellos están haciendo, hay algo mal. Los ocho puntos siguientes demuestran la afirmación de Charlie de que nada de esto es “Ciencia Espacial”: en todo caso, es puro sentido común.


1. Arroje una Red Grande.

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Charlie insistía en que, a la hora de identificar al futuro talento, siempre es mejor tener un grupo más grande de atletas entre los que elegir. Refería a su propia experiencia en pista y campo y a cómo se le había dado un numeroso grupo de jóvenes atletas para entrenar. “Empecé con 30 niños. ¿Cómo iba yo a saber cuáles serían los poseedores de los récords olímpicos y mundiales?” Él nunca se hizo pasar por un experto en la detección de talentos. Sin embargo, entendió que, si bien la identificación temprana del talento era algo que todo el mundo quería hacer, algunas de las superestrellas reales se desarrollarían más tarde y era su trabajo mantenerlos todo el tiempo suficiente para que puedan madurar y convertirse en los mejores. El problema con muchos modelos actuales de desarrollo que incorporan la especialización temprana, es que pueden ser excluyentes, separando los grupos de alto nivel de los demás. Charlie se dio cuenta de que, si bien el éxito producía éxito, también podía generar desprecio, apatía y un falso sentido de privilegio y seguridad, lo que podría llevar a problemas en el largo plazo. Cuando tuve la oportunidad de trabajar con Charlie, recuerdo una ocasión en la que tenía una bonita bolsa mixta de atletas: un récord mundial, un medallista de oro olímpico, un atleta veterano y un par de atletas de clase nacional. Integrándose al entrenamiento, apareció un Ben Johnson de mediana edad e hizo un par de arranques explosivos desde los bloques como si hubiera salido de una máquina del tiempo, no perdiendo el ritmo. Ese fue un gran día y un buen grupo de entrenamiento. Sin embargo, todo el mundo recibió el tiempo individual que necesitaban y el estado de ánimo del grupo de entrenamiento resultó muy positivo. El mensaje para llevarse a casa de todo esto es simple. La mayoría de las veces un enfoque orgánico, natural del desarrollo de los atletas y de la dinámica de grupo funciona mejor que un enfoque especializado, centralizado sobre-gestionado. Por eso, algunos centros de entrenamiento nacionales nunca funcionan. En estos centros, no hay sinergia o ajuste natural para los atletas. Han sido sacados del entorno que les convirtió en atletas de elite, sólo para ser dejado caer en una situación que puede no ser una buena opción para ellos. La competencia con los compañeros es sólo un aspecto de un enfoque equilibrado y eficaz para el desarrollo de los atletas.


2. Nada es Demasiado Básico.

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Si Charlie Francis le estaba entrenando, no había sorpresas. Usted se alimentaba con una dieta constante de una buena instrucción técnica utilizando ejercicios y movimientos básicos. Tenía suficiente experiencia con el éxito como para saber qué iba a funcionar y cuando era necesario. Nada era arrojado de repente o quitado al azar. Él siempre quería resolver un problema técnico con los medios más sencillos posibles, a fin de no alterar el delicado equilibrio que un atleta había logrado. Si se trataba de algo tan simple como modificar la alineación de la cabeza en unos pocos grados, o decirles que relajen sus hombros para lograr más potencia de la cadera, Charlie buscaba señales o correcciones muy básicas para lograr sus metas. Siempre me quedaba sorprendido al ver a Charlie trabajar con velocistas de clase mundial, jugadores de tenis de elite o superestrellas de la NFL que ganaban millones de dólares por año. Tenía una cierta manera con estos atletas que les hacía prestar atención a cada detalle cuando él los estaba entrenando. Él se centraba en los pequeños detalles, los que más probablemente uno trabajaría con atletas principiantes, tales como dónde mirar cuando se acelera o cómo balancear los brazos a toda velocidad. Él tenía la combinación correcta de decir sólo lo suficiente para obtener un resultado positivo, pero nunca decir demasiado. En algunos casos, cuando alguien estaba teniendo dificultad para lograr una posición del cuerpo, o de llegar a un cierto rango de movimiento con una técnica, siempre sabía si era causado por una mala ejecución o algo tan simple como un exceso de tensión muscular. En muchos casos ponía al atleta fuera de la rutina y hacía que se dedique a un trabajo de flexibilidad o movilidad específica. Una vez que él pensaba que se habían aflojado adecuadamente, volvía a introducirlos al entrenamiento. El atleta mejoraba drásticamente. Mientras que otro entrenador podría haber continuado forzando el asunto y reprendiendo a un atleta por una mala ejecución, Charlie simplemente realizaba los ajustes necesarios – sin estridencias – y seguía adelante con el entrenamiento. Gracias a Charlie, aprendí que era importante mantener las cosas simples. En una era de soluciones tecnológicas y una jerga de varias sílabas diseñadas para impresionar y confundir a la gente, la necesidad de simplicidad y eficiencia es absolutamente esencial. La gente siempre está tratando de vender una bolsa de mercancías o contarle una historia. “Simple” no vende y puede que no sea entretenido, pero sin duda puede hacer el trabajo.


3. No Tenga Miedo de Alejarse.

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Un buen consejo de Charlie para los entrenadores fue: “Haz todo lo que tienes que hacer para hacer mejor a un atleta y nada más”. Hubo muchos casos, durante el tiempo que trabajé con Charlie, en el que estando él en el medio de un entrenamiento, y después de una repetición particularmente buena por parte de un atleta decía: “¡Bueno, eso es bueno!”, y el entrenamiento se terminaba. Sabiendo que había sido planeado mucho más trabajo, a menudo me iba pensando: “Es una broma, ¿verdad? Estamos a mitad de camino del plan de entrenamiento”. Cuando le pedía una explicación sobre por qué estábamos terminando de manera temprana, típicamente decía: “Hicieron algunas repeticiones excepcionales sobre esas distancias y no hay posibilidad de que lo hagan mejor ya. Logramos lo que vinimos a hacer”. Por lo tanto, Charlie había visto que el atleta, o los atletas habían alcanzado un nivel de rendimiento que era mucho mayor del que habían experimentado en algún momento y era un estímulo tan importante a su sistema que crearía una adaptación positiva que podríamos aprovechar en entrenamientos sucesivos. Cargar más trabajo en estos atletas probablemente no resultaría en una mejora de la situación e incluso podía suponer un riesgo de lesiones. ¿Cuántos entrenadores tendrían la confianza y seguridad en sí mismos en sus capacidades de diagnóstico para tomar tal decisión? Desde mi experiencia, cualquier entrenador que ha dedicado 90 minutos para una sesión de entrenamiento suele utilizar los 90 minutos. El otro escenario en el que he visto a Charlie terminar antes un entrenamiento era en situaciones en las que veía algo fuera de lo común – un efecto secundario potencialmente negativo – la técnica o la postura de un atleta y decidía que no era prudente continuar con la sesión de entrenamiento. Con su agudo ojo de observación, a menudo me decía veía una caída de la cadera, un balanceo de los brazos desviándose por fuera del recorrido ruta o los pies apoyando el suelo demasiado fuerte, o demasiado por delante del centro de gravedad. Por supuesto, el resto de nosotros no veía nada y una vez más me quedaba pensando por qué, mientras nos encaminábamos de repente a la playa de estacionamiento. Cuando volvíamos a ver el vídeo al final del día, podíamos entonces ver de lo que estaba hablando (aunque él decía que con el vídeo a 30 fotogramas por segundo se perdía alguna acción que su simple vista podía ver con más facilidad). Otra confirmación de sus habilidades excepcionales de observación sería revelada en las conversaciones con el atleta al día siguiente. Nos enterábamos que el atleta tenía algún dolor muscular o rigidez en la zona exacta donde Charlie sospechaba que el problema había comenzado (casi como en una exhibición de la magia tipo David Blaine). Este es un concepto difícil de captar para muchos entrenadores, sobre todo si son obstinados al apegarse a sus planes de entrenamiento, independientemente de lo que ven con sus propios ojos. Si un atleta está fatigado, ningún nivel de trabajo adicional lo va a hacer mejor. En muchos casos, lo hará peor. Charlie tenía una firme comprensión del concepto de estrés y adaptación y de cómo éste se relacionaba con los diversos atletas bajo su supervisión. Él era como un artista que sabía exactamente la cantidad de pintura que dejar en el lienzo o la cantidad de piedra que romper en una escultura, cuando los demás embadurnaban la pintura o utilizaban un martillo neumático para hacer el trabajo. Sin embargo, al igual que un artista, se necesita una buena cantidad de experiencia, disciplina y seguridad en uno mismo para determinar la cantidad óptima de trabajo del día. Mientras que los entrenadores de hoy en día tienen la esperanza de contar con aplicaciones para el iPhone y otras tecnologías de diagnóstico para evaluar a sus atletas, Charlie simplemente se basó en sus poderes de observación.


4. Adáptese a Sus Circunstancias Individuales.

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Charlie es conocido por desarrollar y perfeccionar un enfoque de corto a largo para carreras de velocidad, por lo que los atletas desarrollan sus capacidades de potencia y aceleración en sus fases de iniciales de entrenamiento y luego comienzan a estirar sus capacidades de velocidad a lo largo de la temporada. Muchas personas creen que esta es la base del sistema de entrenamiento Charlie Francis: sprint-de-corto-a-largo. Sin embargo, si en realidad estas personas pasaran algún tiempo intentando comprender la filosofía de Charlie, se darían cuenta de que realmente adaptaba el entrenamiento a las circunstancias de cada atleta y al grupo de entrenamiento. Como entrenador de sprint en Toronto, Ontario, Canadá, Charlie se encontraba con un clima extremadamente frío durante al menos cuatro o cinco meses al año. Esta realidad ambiental le obligaba a hacer su entrenamiento en el interior y limitaba sus métodos. El centro de entrenamiento bajo techo en la Universidad de York es un establecimiento maravilloso de pista y campo, pero sólo permite a los atletas hacer sprints de 60 metros en línea recta, con otros 20 a 35 metros que permiten la desaceleración. Aunque la instalación también cuenta con un óvalo de entrenamiento de 200 metros, al igual que muchas pistas de interior es una pista que no perdona, y que puede causar estragos en los pies, los tobillos, las rodillas y las caderas, si un atleta trata de correr a gran velocidad en sus curvas. Por lo tanto, Charlie se vio obligado a evolucionar su programa, para poder tomar ventaja de la pista de 60m rectos que tenía. Afortunadamente, esto le permitió desarrollar atletas que tendrían capacidades de aceleración excepcionales para alcanzar una velocidad superior muy alta (cualidades que se requieren para el buen rendimiento en el sprint de 100 metros). Si bien el enfoque de corto a largo funcionó bien para su más notable velocista (Ben Johnson), he visto a Charlie ensamblar programas que incluían elementos de largo-a-corto, así como enfoques de entrenamiento concurrentes que se adaptaban a las fortalezas y preferencias específicas de un atleta. En un caso, Charlie recibió un atleta de alto rendimiento que se había acostumbrado a carreras más largas, como parte de la fase de preparación general. Ajustó los entrenamientos para continuar con este enfoque. Su intención era continuar con el trabajo que el atleta conocía y no introducir tensiones desconocidas durante el período de transición. Los cambios drásticos sólo podían dar lugar a dolor y a un mayor potencial de lesión. En otro caso, un atleta tenía antecedentes de fracturas por estrés de un entrenador anterior y Charlie ajustó el programa para distribuir el volumen de trabajo de una manera que permitía una recuperación más completa. Como siempre, Charlie estaba considerando las circunstancias individuales, lo costos y beneficios, y en hacer la mejor elección para el éxito.


5. Sea Entrenador de las Fortalezas de Sus Atletas.

Es común que los entrenadores traten de construir el carácter en los atletas o fortalecerlos mentalmente al hacer que hagan cosas en las que no son buenos, o que odian hacer. Me acuerdo de un psicólogo deportivo que me decía que los atletas tenían que luchar durante esos días en los que el clima era horrible, con la lluvia cayendo y el viento soplando en sus caras. “Esos son los momentos en los que un deportista realmente crece. Los días en que las condiciones son perfectas, el sol brilla y la temperatura es agradable, ¡esos son los días en que usted debe tomarse un día libre el entrenamiento y volver a casa!” Por supuesto, cuando le conté a Charlie esta historia, su respuesta fue, “¡malditos psicólogos deportivos!” Charlie no era célebre por jugar juegos de mente con sus atletas. Su enfoque era simple. “Si puedo crear una situación y el entorno en el que el atleta esté constantemente teniendo éxito en el entrenamiento, no necesito tener un psicólogo deportivo a mano. Ellos estarán en un buen estado de ánimo y tendrán confianza en su entrenamiento. Cuando se metan en un escenario de competencia, sentirán menos estrés, porque ya han demostrado su capacidad en el entrenamiento. No habrá sorpresas”. Él impulsó este enfoque mediante la determinación de los tipos de entrenamiento a los que sus atletas respondían bien. En el caso de Ben Johnson, el atleta prefería y respondía mejor a los sprints de corta distancia y al entrenamiento con pesas. Los sprints largos lo hacían sentir letárgico y lento. Otros atletas respondían mejor a los lanzamientos explosivos con bola medicinal en lugar del levantamiento pesado. Algunos atletas ganaban más con los saltos pliométricos como estímulo de alta intensidad, haciendo menos entrenamiento de velocidad máxima y centrándose en los sprints largos. Siendo él mismo un ex atleta de clase mundial, sabía que los atletas respondían mejor a las actividades en las que se destacaban y en las que las ganancias llegaban fácilmente. Este enfoque no es diferente de un entrenador de fútbol americano que altera su plan de juego para adaptarse a los jugadores que tiene en su plantilla. Usted probablemente no tendrá una ofensiva centrada en el pase si su mariscal de campo mide 1,70 de altura y puede correr cuarenta yardas en 4.3, y su línea ofensiva es pequeña pero rápida. El reconocimiento de las fortalezas y los ajustes a hacer con sus atletas para asegurarse de que sus atletas se entrenen en sus fortalezas se traducirán en beneficios más significativos y atletas más felices.


6. No Esté Atado a Un Enfoque.

Charlie nunca afirmó que su camino era la mejor manera o la única manera. “Hicimos lo que funcionó para nosotros. ¿Podríamos haber hecho mejor las cosas? Probablemente, pero estábamos haciendo mejoras cada año y no era necesario hacer cambios drásticos. Si alguien hubiese empezado a correr más rápido que nosotros, entonces tendríamos que haber buscar maneras diferentes de volvernos mejores”. Tenía grandes historias de otros éxitos entrenadores y estaba impresionado con lo que habían logrado mediante diferentes métodos. Él siempre hablaba de cómo los alemanes orientales hicieron grandes ganancias con sus velocistas femeninas usando técnicas convencionales. Cuando alguien decía que tenía copias del programa de levantamiento de pesas de Alemania del Este, Charlie se apresuraba a saltar y decirles: “¡Los alemanes del este no levantaban pesas, por lo que estoy muy curioso de ver lo que hay en ese programa!” Él era muy bueno en mirar lo que otros grupos de entrenamiento estaban haciendo y determinar lo que los hacía exitosos. En algunos casos, tomó aspectos de estos programas de entrenamiento y los incorporó a su filosofía. En otros casos, se limitó a observar y respetar sus técnicas de entrenamiento, pero optó por no adoptarlas para su propio uso. Al igual que Bruce Lee, decidió, “Absorber lo que es útil y desechar lo que no consideraba útil”.  Por supuesto, esta es una decisión personal y de criterio, realizada por cada entrenador individual. Charlie evaluaba siempre cada método individual de entrenamiento y determinaba la ciencia detrás de él y la idoneidad de este método dentro de su programa de entrenamiento y para los individuos que entrenaba. Este enfoque le fue muy útil, porque todas las decisiones en materia de entrenamiento fueron cuidadosamente evaluadas e implementadas. No me malinterpreten, cuando Charlie veía algo que no estaba a la altura de su evaluación de la eficacia de entrenamiento, él era el primero en dejarlo afuera. Cuando la tendencia del entrenamiento del equilibrio se abría paso a través de la industria del rendimiento físico y el deporte, Charlie no se pudo contener. “Así que, si estar de pie sobre una pelota suiza haciendo sentadillas se considera un buen entrenamiento, hacer el mismo ejercicio en patines de ruedas sobre una escalera debe hacerlo una excelente elección de entrenamiento”, decía con sarcasmo. Usted nunca podía subestimar el sentido del humor de Charlie en la evaluación de los métodos de entrenamiento malos.


7. La Recuperación Determinará los Objetivos del Entrenamiento.

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En su libro, Speed Trap, Charlie documenta la época en que él era atleta y se presentó a una sesión de entrenamiento con su entrenador y mentor en ese momento, Percy Duncan. El entrenador Duncan le dio a Charlie un masaje pre-entrenamiento para probar el estado de sus músculos y luego le dijo que no habría entrenamiento ese día. “Tus músculos no están listos para entrenar hoy. Están todos tensionados y con nudos. ¡Vete a casa!” Esta fue la primera lección de Charlie en la importancia de determinar la condición de recuperación entre sesiones de entrenamiento. Si los músculos de un atleta no estaban listos para el entrenamiento, no había ninguna razón para poner al atleta a través de una sesión de entrenamiento. No solo los resultados de la sesión serían pobres, sino que también pondrían al atleta en un serio riesgo de sufrir lesiones. Con sus propios atletas, Charlie era muy de meter mano en sus planteamientos. Si no era él mismo el que proporcionaba trabajo consistente de masaje en sus atletas para acelerar la recuperación o evaluar su estado, era un terapeuta de los tejidos blandos de confianza como Mike Dincu o Waldemar Matuszewski, quienes le transmitían la información pertinente a Charlie al principio y al final de cada sesión de entrenamiento. La información que Charlie recibía de sus manos o de las manos de su terapeuta jugaría un papel importante en la forma en que prescribía el trabajo diario a sus atletas. En realidad, el estado de recuperación del deportista era el determinante principal del tipo de trabajo a realizar ese día. Los programas de entrenamiento son a menudo ensamblados rígidamente, con tipos e intensidades de trabajo que están prescritos para ciertos días específicos. Los entrenadores y los atletas entran en el hábito de completar este trabajo, independientemente de cómo se siente el atleta. Si el lunes es un día de “velocidad”, entonces se prescribe y aplica el trabajo de velocidad, sin hacer preguntas. Sin embargo, cuando nueva información se introduce en el entrenador, que confirma que el trabajo de velocidad convencional no se puede realizar de manera adecuada en un día determinado porque el atleta no se ha recuperado (ya sea en el centro o la periferia) el plan debe ser alterado. Por supuesto, esta información sólo puede ser obtenida por los entrenadores, con un terapeuta experimentado a mano, que vea a los atletas en forma regular para tener una idea de su estado de preparación. A falta de tener un terapeuta presente, los entrenadores pueden tener que participar y ganar un poco de experiencia en la evaluación manual. Sin embargo, esto puede ser considerado inapropiado, o fuera del ámbito de trabajo de un entrenador. La lección importante de la experiencia de Charlie es aprender a comunicarse y recopilar información sobre sus atletas en muchos niveles diferentes. Charlie utilizaba principalmente los masajes como medio para determinar el estado de recuperación. Otros entrenadores pueden utilizar otros medios de comunicación tales como rutinas de estiramiento para determinar los niveles de rigidez, protocolos de rolido de espuma para identificar valoraciones de dolor muscular y encuestas simples para determinar la recuperación de los atletas. Aunque nada puede sustituir el valor diagnóstico de las técnicas prácticas, los entrenadores deben hacer todos los esfuerzos para evaluar sus atletas y luego planificar su trabajo futuro en consecuencia. Esta afirmación también hace hincapié en la importancia de contar con estrategias activas en marcha para acelerar la recuperación y colocar a sus atletas en un área de prestación continua para una óptima adaptación.


8. La Calidad Engendra Calidad.

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La calidad del desempeño era la medida clave que Charlie estaba buscando plasmar en cada sesión de entrenamiento. Bien lo evaluase a través de un cronómetro, la distancia en un lanzamiento, la cantidad de peso levantado, el sonido de los contactos del pie durante la carrera o el salto, o lo que veía en términos de ejecución técnica, Charlie insistía en que si la calidad del rendimiento en el entrenamiento no era alta, usted estaría entrenando el fracaso. Uno de los dichos favoritos de Charlie era: “La práctica no hace la perfección. La práctica lo hace permanente. ¡Sólo la práctica perfecta lo hará perfecto!” Muchos de los puntos anteriormente mencionados están estrechamente relacionados con el objetivo de mantener la más alta calidad de trabajo. Todo el trabajo de un atleta estaba organizado de manera que logre la mejor calidad de rendimiento posible. Los trabajos de baja intensidad estaban diseñados para ayudar en la recuperación y el mantenimiento de una línea de base de acondicionamiento físico que apuntale y sostenga los elementos de mayor intensidad del entrenamiento. El trabajo de baja intensidad, sin embargo, no se había implementado sin orden ni concierto, sino que había sido estratégicamente insertado alrededor de elementos más específicos para generar en modo sinérgico, mayores niveles de rendimiento a medida que el atleta se acerca a las competencias clave. Charlie también se mostraba inflexible acerca de tomar una pausa adecuada entre las series de ejercicios. Específicamente, cuando estaba trabajando la velocidad, períodos de recuperación completos eran necesarios para garantizar que se mantuviera la calidad de las carreras. Mientras que recuperación total puede significar para un entrenador, de cinco a 10 minutos de descanso, Charlie tomaba a veces tanto como 20 a 30 minutos entre carreras para proporcionar los medios para que cada corrida sea tan máxima como sea posible. Charlie hacía una clara distinción acerca de lo que se trataba un esfuerzo máximo en carreras de velocidad. Tenía que ser del 95-100 % del tiempo más rápido de un atleta en una distancia dada. Un velocista que corrió en 10,00 segundos los 100 metros tenía que correr a 10,50 segundos o menos en el entrenamiento para que pueda ser clasificado como un esfuerzo máximo. No importaba si el atleta ponía un esfuerzo del 100% en la carrera en condiciones adversas y corría en 10,70 segundos. En la mente de Charlie, había que poner al atleta en condiciones de correr al máximo para lograr una adaptación positiva tanto en el sistema nervioso central como en el músculo y el tejido conectivo involucrados. No había nada de grasa en el sistema de entrenamiento de Charlie Francis. Cada elemento del entrenamiento servía a un propósito específico y tenía una razón de ser bien pensada antes de su inclusión. A la inversa, muchos enfoques modernos de entrenamiento incluyen largas listas de ejercicios diseñados simplemente para proporcionar variedad, llenar el tiempo y dar una impresión de plenitud, pero no sirven a un propósito útil. Cuando va a un restaurante de calidad inferior, se suele encontrar que el menú es bastante grande, con muchos platos de todo tipo. Sin embargo, la buena mesa tiene un menú significativamente más pequeño que tiene una calidad mucho mayor de los alimentos, los que son preparados con gran cuidado y atención. Los programas de entrenamiento son muy similares. “Absorbe lo que es útil, desecha lo que es inútil”.


Observaciones Finales.

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Hay toda una generación de nuevos entrenadores por ahí que tienen muy pocos, si acaso algún mentor con experiencia para guiar su educación y desarrollo. Tuve el lujo de aprender de primera mano del que creo fue una de las mentes más brillantes del entrenamiento y el desarrollo de atletas. Cualquier entrenador en cualquier escenario puede aplicar las sencillas recomendaciones y principios rectores de Charlie Francis. Charlie entendía que el coaching se trata de obtener el máximo rendimiento de sus atletas a través de una planificación cuidadosa, un énfasis en la calidad, y una aguda conciencia de lo que sus atletas son capaces de hacer en un día de entrenamiento dado. Si aún no ha revisado todos los libros y recursos en vídeo de Charlie, le recomiendo que visite www.CharlieFrancis.com y compre lo que pueda. Sin duda le hará un mejor entrenador y le dará un mayor conocimiento de lo que hay que hacer para permitir que sus atletas alcancen su máximo potencial.


Acerca del Autor.

Derek es un Especialista de Fuerza y Acondicionamiento NSCA Certificado que ha estado trabajando con atletas en deportes de velocidad, la fuerza y el potencia desde 1988. Originalmente trabajó con atletas de pista y campo, Derek luego amplió sus servicios para ayudar a atletas en todos los deportes, con énfasis en el desarrollo de la velocidad. Desde entonces ha trabajado con algunos de los deportistas más importantes del mundo como entrenador y consultor – incluyendo medallistas olímpicos, poseedores de récord mundial, atletas del equipo nacional canadiense y atletas profesionales de numerosos deportes. A nivel local, Derek ha producido algunos de los mejores velocistas en British Columbia y continúa trabajando con algunos de los atletas más rápidos de Canadá.

A continuación se presentan algunas de las calificaciones, credenciales y designaciones más importantes de Derek:

  • NSCA Certified Strength and Conditioning Specialist
  • NSCA Provincial Director for British Columbia – 2006 to present
  • NCCP Level 3 Track and Field Coach – Sprints and Hurdles Emphasis
  • NCCP Level 2 Olympic Weightlifting Coach
  • Course Conductor for the National Coaching Institute (NCI) Vancouver for Strength & Conditioning and Recovery & Regeneration
  • Head Strength and Conditioning Coach for Simon Fraser University in British Columbia, Canada
  • Recruitment and Athlete Development Coach – Vancouver Region – for Bobsleigh Canada
  • Head Coach – Metro Athletic Club – Track and Field
  • Head Strength and Conditioning Coach – Canadian Men's Field Hockey Team
  • Consultant – BC Basketball/Basketball Canada – Centre for Performance Youth Development

Si desea obtener más información sobre las calificaciones y la experiencia de Derek, por favor envíe un mensaje electrónico a [email protected] y él estará encantado de enviar su curriculum vitae.


Traducido por Juan Ignacio Arenillas con autorización del autor.

Este artículo tiene 2 Comentarios

  1. Muy bueno el articulo todos los entrenadores deben leerlo y aplicar la observación de sus atletas para maximizar sus resultados . Me gusta eso de lo "simple" . Que bueno cuando uno resuelve algún problema con unos simples tips. Mientras otros ponen a sus entrenados arriba de un pararrayos sosteniendo un tenedor para corregir la sentadilla .jajaja , y otros directamente no hacen nada . A mi criterio la observación un poco de análisis y sentido común , van de la mano. Para casi todas las ordenes de la vida . Pero si hablamos de entrenamiento creo que los 3items que nombre antes sirven para armar una temporada para un equipo u atleta , o para corregir un vuelo lateral. Siempre y cuando uno tenga algo de conocimiento en lo que hace ! Voy a dar unos ejemplos rápidos . Ejemplo equipo de rugby medicre en todo , tenemos entrenadores que se llaman jose "pasadas" alrededor de la cancha . Gran parte dela pre y la temporada dale a la pasada . Ahora si bien son mediocres en todo la pasada me resuelve los problemas de juego?  No entonces propongo fisico con mucha pelota, mas situación de juego , mejoro cosas de la cancha que salieron mal la temporada pasada , busco el equilibrio . La mayoría vuelca todo al fisico de correr alrededor de la cancha , ni hablar de como lo hacen , los que saben dice que eso les da aire ( si se ponen adelante de un ventilador tambien les da aire )saquen sus propias  conclusiones . Los jugadores de fútbol propensos al desgarro , distinción de iquiotibial . Por que ? Dos cosas esta muy débil , o poca elongacion . Si esta muy débil que hacemos ..?propuesta 1, Club boca jr ,peso muerto a 1 pierna arriba de la bozu ball ( técnica espantosa ) o le enseñamos hacer un peso muerto o despegue y lo ponemos fuerte? En los casos que nombre la observación tiene que estar para sacar el mejor resultado tanto en rendimiento deportivo como para evitar o recuperar una lesión . Bueno espero que el articulo les haga reflexionar para ser mejores entrenadores y no unos personajes que hacen y copian todo lo que ven !! Saludos a todos, abrazo fuerte para Juancito  que es uno de los entrenadores mas grosso que hay que me enseño muchísimas cosas tanto del entrenamiento como de la vida !!!! 

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