Artículo originalmente publicado en http://www.exercisebiology.com.
Hace un par de años atrás escribí un artículo para introducir a los profesionales del fitness a la nueva revolución en la comprensión y el tratamiento del dolor. A pesar de lograr algunos avances, creo que aún queda alguna confusión y malentendido acerca de la relación entre dolor y lesión. Es obvio que el dolor es un tema sobre el que los profesionales del fitness deben tener una mejor comprensión. He intentado incluir algunas preguntas con las que considero que los instructores y entrenadores de fuerza podrían tener problemas. Así que, sin más preámbulos, aquí vamos:
¿Qué es esto todo acerca de que las lesiones y el dolor no están relacionados y que el dolor está en el cerebro? ¿Es cierto? Si es así, no lo entiendo.
Solíamos creer (alguna gente todavía lo hace) que dolor y lesión estaban altamente correlacionados y utilizábamos la medida del dolor como indicador de daño tisular. Lamentablemente, al comenzar a aprender más sobre dolor y lesiones, es evidente que el dolor no es un indicador preciso ni de lesión, ni de daño. Para entenderlo mejor, tenemos que distinguir un concepto muy importante. Así que preste atención.
El dolor no comienza (técnicamente) a nivel de los tejidos: Si bien alguna vez pensamos que el dolor se originaba a nivel del tejido y esa información de "dolor" era llevada hasta el cerebro, ahora entendemos que estos portadores, nociceptores, transmiten información de "peligro" al cerebro para su procesamiento. Una vez que la información de "peligro" llega al cerebro, queda a criterio del cerebro decidir si estas señales son lo suficientemente peligrosas para responder produciendo dolor. Así que no tenemos receptores del dolor o vías ascendentes del dolor como habitualmente pensamos. El dolor no comienza hasta que el cerebro determina que es necesario.
Es crucial que entendamos que esta respuesta es muy individual. Uno puede tener una lesión muy grave y quejarse de poco o ningún dolor, mientras que otro puede tener una lesión muy leve y tener un dolor extremo. El grado de lesión no está siempre relacionado con el grado de dolor. Por lo tanto, se dice, que lesión y dolor no están relacionados y que “el dolor está en el cerebro”.
Pero ¿qué le hace al cerebro pensar, que es de hecho es una amenaza, o que estoy en peligro y decidirse a generar algo de dolor?
Bueno, muchas cosas, realmente. Sus actitudes, creencias, experiencias, conocimiento, contexto social, señales sensoriales, nocicepción, etc. todas pueden ser variables que confunden e influyen en la decisión de su cerebro. Lo que tenemos que entender es que la nocicepción es sólo una de las muchas entradas que el cerebro evalúa para ver si efectivamente está en peligro. El dolor se genera sólo si el cerebro concluye que el cuerpo está en peligro y que una acción es requerida.
Esto es porquería de toro; ¿me está diciendo que, si me corto una mano, no voy a sentir dolor? .
Muchas personas que son resistentes a aceptar este concepto sólo pueden considerar ejemplos donde tuvieron lesiones y luego sintieron dolor. A = B. Desafortunadamente, esta relación no es tan clara como podemos pensar. Puede que inconscientemente estemos ignorando las innumerables veces donde tuvimos una lesión y no sentimos ningún dolor (o no proporcional a la magnitud de la lesión). Hemos experimentado un montón de magulladuras y cortes, con poca idea sobre cómo, o cuándo sucedió.
Olvídese de las pequeñas contusiones y cortes. Es bien sabido que alrededor del 40% de las personas admitidas a la sala de emergencia con heridas horribles, no presentan dolor y, en algunos casos, ningún o bajo dolor incluso después de un largo período de tiempo (1). Y, estas personas están alertas, racional y coherentes (“no en estado de shock” como la mayoría de la gente tiende a creer). Si una palanca está atravesando su cuello o tiene un brazo amputado, no resulta en dolor, ¿por qué en la tierra creemos que la lesión es un indicador preciso del dolor?
Entonces, ¿cómo podrían estas lesiones horribles NO causar dolor? Como hemos aprendido, los nociceptores transmiten las señales de peligro, y en última instancia queda a criterio del cerebro provocar una respuesta. Estas lesiones horribles suceden más a menudo en un contexto donde la supervivencia de la persona está en juego, lo que es mucho más amenazante que la lesión (es decir. centrarse en la lesión o sostener la vida). Y a medida que pasa el tiempo y el cerebro llega a la conclusión de que está fuera de peligro, ahora se centra en el brazo amputado: “ya no voy a poder trabajar”, “yo no podré levantar mis hijos”, yo conozco y he visto luchar a amputados, “puedo ver la sangre en el vendaje”: todas estas creencias y actitudes y señales sensoriales sólo aumentan el nivel de miedo o amenaza de lesión en el cerebro. ¿Y adivine qué es lo que sucede ahora? DOLOR.
Ahora ¿qué pasa si sus pensamientos/actitudes fueran más positivos o menos amenazantes? En 1950, Henry Beecher hizo un estudio similar. Quería ver por qué los soldados que llegaban heridos de la guerra tomaban mucho menos morfina que un civil o por qué tenían menos dolor que el esperable. Los resultados indicaron que es simplemente por "significado". Para un soldado, a pesar de sufrir una lesión importante o una amputación, cuanto menos había sobrevivido a una guerra y podía volver a casa y estar con su familia y amigos. La actitud y creencias de los soldados influyeron probablemente en la actitud defensiva del cerebro, dando por resultado mucho menos dolor que el esperado (7).
Y, estas cosas suceden en una fracción de segundo y están fuera de nuestro control consciente. Si duda acerca de que este tipo de decisiones se puede hacer en forma rápida, mire la siguiente imagen. De hecho, tanto las tablas A y B son de la misma exacta longitud. ¡Sus ojos vieron tanto las tablas de la misma longitud, pero su cerebro las percibió como de diferentes longitudes en un nano segundo!
Otra vez, estoy escribiendo todo esto para mostrar que el dolor no es un indicador preciso del daño y que el cerebro construye el dolor basado en la evaluación de todas las otras entradas. La nocicepción pasa a ser una de las muchas entradas.
¿Si el cerebro envía una salida del dolor y la nocicepción es una de las entradas, podemos tener dolor sin nocicepción?
Muy buena pregunta y la respuesta es un sí grande.
Un ejemplo clásico es el dolor del miembro fantasma, que nos ha desconcertado durante años. En el dolor del miembro fantasma, olvídese de los daños y la nocicepción; las personas ya no tienen una parte del cuerpo, pero aún sienten dolor (en su parte faltante del cuerpo). El dolor del miembro fantasma es un ejemplo notable de cómo el dolor se produce en ausencia de la nocicepción. También vemos un montón de ejemplos a nuestro alrededor donde la gente experimenta dolor sin daños ni lesiones.
Ahora ¿cómo estudian los investigadores estas preguntas? Aquí tiene dos estudios populares:
- Estudio 1: los participantes en este estudio fueron tocados por un pedazo de metal frío (-20°) para evocar una respuesta nociceptiva. Visualmente también se mostraron dos luces de colores, ya sea rojas y azules. Antes de ser tocado, se le explicó al participante que la luz estaba muy relacionada con el estímulo del frío. ¿Ahora, qué fue lo que encontraron? Aunque el estímulo resultaba idéntico, 8 de cada 10 sujetos sintieron más dolor cuando se proyectaba la luz roja que la luz azul. Si lo piensa bien, hemos aprendido que el rojo es siempre señal de peligro. Aunque hubo variaciones individuales, resultó muy claro que el color de la luz cambió el dolor, pero no la nocicepción. Las fibras de nociceptivas evocaron la misma respuesta (como se ve por la actividad de las fibras delta A & C) en ambas condiciones, pero el dolor fue dramáticamente diferente.
- Estudio 2: Aquí los sujetos colocaron su cabeza en un simulador o falso estimulador y se les dijo que una corriente correría a través de su cabeza. Se les dijo que el dolor aumentaría a medida que subía la intensidad del estímulo. Como era de esperar, el dolor aumentó a medida que la estimulación subía, a pesar de que, para comenzar, no había ningún estímulo. Este es otro ejemplo fascinante de dolor sin nocicepción (9).
Como se muestra arriba, hay muchos estudios en evolución para demostrar que el dolor puede ocurrir sin ningún daño, nocicepción/lesión.
No me importa mucho la ciencia del dolor agudo de un corte o una herida. Tengo dolor lumbar crónico durante años debido a las 2 hernias de disco como se muestra en mi MRI. ¿cómo toda esta charlatanería acerca del cerebro va alguna vez cambiar el tratamiento del dolor crónico?
Puesto que ahora entiende la biología del dolor, es un buen momento para hablar del manejo del dolor. Como acertadamente ha señalado, el dolor agudo es bastante sencillo y bien entendido. Como su nombre indica, es sólo agudo, o de corto plazo. Estamos heridos, “puede que” sintamos dolor, la herida sana, el dolor desaparece, y volvemos a un estado normal (generalmente en 3-6 meses). Nadie está realmente preocupado sobre el dolor agudo, a lo que todo el mundo le preocupa es el dolor crónico.
El dolor crónico ha sido siempre un misterio para nosotros. ¿Por qué debe este dolor persistir durante años y años cuando la lesión tuvo suficiente tiempo para sanar? Múltiples heridas de bala y amputaciones mayores sanan dentro de meses así que ¿por qué esta pequeña lesión de la rodilla o el hombro perdura durante años y años? ¿Qué dice?
O ¿cómo es que hay gran número de personas que tienen el mismo tejido disfuncional, pero sin dolor? Sabemos que alrededor del 40% de la población tienen hernias discales, pero sin dolor alguno. Y adivinen qué, estas personas no terminan en dolor años después tampoco. Esta es la exacta razón de porqué el American College of Physicians han venido adelante con guías de prácticas clínicas diciendo: "Los médicos no deben rutinariamente obtener imágenes u otras pruebas diagnósticas en pacientes con dolor lumbar inespecífico". Ahora sabemos claramente que los hallazgos anormales en las radiografías y el MRI (como las hernias de disco, discos abultados, degeneración de las articulaciones y así sucesivamente) claramente no están relacionados con la aparición, severidad, pronóstico o duración del dolor de espalda. Si el 40% de la población en general tiene hernias de disco, sospecho que todo el mundo que levanta pesas tendrá una o dos hernias de disco. (3, 4)
Antes de haber entendido el papel del cerebro en el dolor, siempre pensamos que el dolor era un indicador preciso del daño y que, nocicepción es igual a dolor. Por lo que el dolor crónico siempre significaba que existía una lesión que aún debía ser sanada. Por lo tanto, todos nuestros tratamientos se centraban en el curar el daño tisular y la disfunción (el modelo biomecánico). Pero ahora sabemos que, en el dolor crónico, la lesión ha sanado mucho tiempo atrás y que lo que mantiene el dolor es el sistema nervioso sensible y el cerebro. O, en otras palabras, el cerebro todavía piensa que es una amenaza y, por lo tanto, todavía crea dolor.
Así que sí, toda esta charlatanería del cerebro ha revolucionado la comprensión y el tratamiento del dolor.
Esto es interesante, pero ¿qué diablos significa un sistema nervioso sensibilizado?
¿Recuerda la última vez que tuvo un corte o una contusión? No sólo el área dañada, sino incluso los alrededores, resultaban muy dolorosos inclusive hasta el más mínimo contacto (definido como hiperalgesia y alodinia). Lo que vemos aquí es un aumento de la sensibilidad del sistema nervioso. En otras palabras, tanto el umbral para la activación de los nociceptores baja, como se incrementa la respuesta de los nociceptores. Recuerde que los músculos, las articulaciones, la piel son solo el hardware, el sistema nervioso es el software y donde sucede toda la acción.
Ahora, en el dolor crónico, esta sensibilidad del sistema nervioso se mantiene. El cerebro cree que hay una amenaza y, por lo tanto, con razón, envía una salida de dolor. Tan sólo con flexionar su espalda con un peso pequeño, lo que parecía antes bastante inofensivo, resulta ahora una amenaza suficiente para evocar al dolor.
Por lo que es el simple objetivo de cualquier tratamiento del dolor disminuir la sensibilidad del sistema nervioso (incluyendo el cerebro).
Ya veo. Y ¿cómo reducir esta sensibilidad?
De dos maneras:
Enfoque de arriba hacia abajo: Básicamente, significa cambiar su actitud, creencias, conocimiento (neurofisiología del dolor) sobre su dolor y, a su vez, bajar el valor de la amenaza de dolor. La gente se lastima, experimenta dolor, se cura, sigue, y se recupera. Pero en algunas personas el dolor dura por siempre. Y ¿por qué? Según uno de los modelos más aceptados, el modelo de creencias de miedo-evitación, quienes han elevado el temor a nuevas lesiones y dolor son buenos candidatos para el dolor crónico. La falta de conocimiento o los conocimientos, creencias incorrectas (el daño siempre significa lesión, mi dolor aumenta con cualquier actividad y así sucesivamente), un lenguaje de diagnóstico provocativo y las terminologías utilizadas por terapeutas médicos como hernia de disco, puntos gatillo, desequilibrio muscular y tratamientos fallidos pueden aumentar aún más este miedo o amenaza. Así que la educación para reducir la amenaza ES la terapia aquí. Ahora tenemos algunas muy buenas pruebas para demostrar que solo la educación sobre la fisiología del dolor o el enfoque de arriba hacia abajo es suficiente para reducir el dolor y mejorar la función (5).
Enfoque de abajo hacia arriba: El enfoque de abajo hacia arriba es lo que vemos a nuestro alrededor: cirugía, fijación postural, punto gatillo, desequilibrio muscular, reeducación del movimiento, terapia manual, acupuntura y la lista sigue creciendo. Casi todos los tratamientos de allí afuera están tratando de bajar el impulso nociceptivo sin mucha consideración con el enfoque de arriba hacia abajo. Esto es únicamente porque estos tratamientos se basan en el modelo anticuado de dolor. Ahora sospechamos que los efectos positivos de la terapia manual pueden deberse a mecanismos nerviosos, más que a las explicaciones de patología del tejido y articular que se ofrecen a menudo. Así que, incluso el enfoque de abajo hacia arriba está trabajando a través de la sensibilización del sistema nervioso. Aunque no pensado en ese sentido, hay claramente mecanismos de arriba hacia abajo en este trabajo, incluso en los enfoques ascendentes (como el efecto placebo, un modelo explicativo creíble, la creencia en el terapeuta).
Así que lo que se necesita es un enfoque combinado que tenga en cuenta al "individuo completo" y aquí es donde entra el modelo biopsicosocial del tratamiento del dolor. El bio psico aborda la biología (nervios, músculos, articulaciones), la psicológica (creencias, pensamientos, miedo) y los aspectos sociales (trabajo, cultura y conocimiento).
¿Entonces qué hay de malo con algunos de los tratamientos actuales que se basan en el viejo modelo biomecánico del dolor?
Como escribí, están simplemente basados completamente en el enfoque de abajo hacia arriba, suponiendo daño tisular y nocicepción como el único conductor del dolor. Esto se llama el modelo de “encontrar y arreglar”.
Una buena pregunta sería, ¿si esto está funcionando, nos debería preocupar toda esta charlatanería del cerebro?
Se estima que 1 de cada 4 personas en Estados Unidos presentan dolor crónico y eran 1 de cada 7 en los años 90. Así que nuestro enfoque claramente no funciona (aunque pensamos que lo hacía). Por otra parte, ninguno de nuestros tratamientos muestra efectos específicos. Eso significa, por ejemplo, que para el dolor lumbar: terapia manual, acupuntura, ejercicio general, todos parecen provocar efectos similares (6).
Lo que es claramente desconcertante es que estos tratamientos se dan en un contexto en el que hay algo malo con los tejidos y necesitamos arreglarlo, evitarlo o prevenirlo. Este enfoque de la patología estructural es ideal para elevar el nivel de amenaza en el cerebro y a su vez mantener o empeorar el dolor. Así que incluso si consigue alivio del dolor, puede muy bien establecerse usted mismo algunos problemas futuros de dolor.
Ahora estoy confundido. ¿Debo decirle a la gente que no utilice un arco en la espalda cuando levanta ya que puede levantar la amenaza en el cerebro? ¿Debo dejar de utilizar el rodillo de gomaespuma y otros métodos de prevención de lesiones?
Nop. Al igual que no le aconsejo a nadie a cruzar la calle con los ojos cerrados, no aconsejaría a alguien a levantar una barra de 100 kilos con una espalda redondeada. Los antiguos consejos de evitar carga extrema en el rango final de movimiento todavía son válidos. Por lo que siempre es recomendable una forma apropiada.
Lo que no queremos hacer es sobre enfatizar o exagerar nuestro caso para la prevención de dolor y lesiones. Por ejemplo, pedirle a alguien que siempre se siente con un 20% de tensión en los abdominales, estar siempre en posición erguida y nunca caída, educar que una hernia discal significa el fin del mundo, que las rodillas nunca deben pasar los dedos de los pies, que la rotación vertebral es mala y así sucesivamente. Si usted no tiene ninguna evidencia clara y sólo está especulando, y la mayoría lo están, es mejor poner su ego entre pinzas y evitar la charla. Usted puede hacer mucho más mal que bien.
¿Debe dejar de hacer rolidos de gomaespuma y otras técnicas de prevención de lesiones? Esto es una buena pregunta, pero una mejor pregunta sería ¿en primer lugar, previenen éstas realmente las lesiones? La mayoría de las cosas que oye a menudo son sólo “presunciones”. Si cree que realmente le ayuda, tiene pruebas suficientes y el cliente tiene problemas de lesiones, entonces siga adelante y hágalo. Pero con lo que tenemos que tener cuidado es con el lenguaje que utilizamos para explicar estas técnicas. Por ejemplo, una mejor manera de presentar el rodillo de gomaespuma es para mejorar la movilidad y circulación de la sangre en lugar de como otra herramienta para exorcizar esos malignos puntos gatillo.
¿Podemos prevenir el dolor?
En primer lugar, el dolor es un mecanismo de protección. Si no tuviésemos dolor, estaríamos todos muertos. Así que el dolor es normal y necesario. Un dolor de espalda agudo es tan inofensivo como un resfriado común y es inevitable en su vida.
En segundo lugar, de lo que tenemos que preocuparnos es de lo que puede llegar a ser persistente, o del dolor que se mantiene incluso después de que el tejido haya cicatrizado. Y la mejor manera de prevenir la cronicidad del dolor es teniendo un mejor conocimiento de la fisiología del dolor y de cómo el dolor es una emisión del cerebro, en lugar de una simple respuesta a la lesión. Se ha demostrado que la gente informa menos dolor y con menos frecuencia después de que reciben educación sobre el dolor. ¿Por qué? Simplemente porque han bajado el nivel de amenaza en su cerebro. La educación sobre el dolor también puede servir para bajar la intensidad del dolor con lesiones agudas. Así que tire a la basura todos esos innecesarios temores y creencias sobre las lesiones y el dolor.
Soy un entrenador certificado por la NASM. Nuestra certificación enfatiza mucho en la corrección postural y los desequilibrios musculares. Entonces, ¿qué hay de la postura?
Como escribí, casi todas las modalidades de tratamiento que hay para explicar el dolor crónico se basan en el modelo de estructura-patología. Hemos estado estudiando e investigando la postura por más de 30 años y todavía no tenemos ninguna evidencia que demuestre que la postura causa dolor. De hecho, tenemos muy buena evidencia para demostrar que la postura no está correlacionada con el dolor. Y si usted se ha mantenido conmigo hasta ahora, eso no es tan sorprendente. ¿No lo es?
Lo que tenemos que entender es que el dolor es sólo una parte de una compleja respuesta al estrés. Si usted se lesiona, el cuerpo responde liberando adrenalina, activando grandes grupos musculares para evadir amenazas, desactivando los pequeños músculos posturales y estabilizadores, cambiando su forma de andar o postura para evitar otras lesiones, retardando la digestión, provocando tumefacción e inflamación y así sucesivamente. Todo tiene perfecto sentido, ya que el cuerpo se quiere proteger y escapa de una amenaza o lesión mayor. Una vez que el dolor se vuelve crónico, o la amenaza se convierte en crónica, también se mantienen las complejas respuestas protectoras. Todavía mantiene esas posturas antálgicas o evasivas del dolor, su núcleo o músculos posturales están todavía menos activos, los demás músculos activos tienden a acortarse y a hacerse propensos a puntos gatillo, la hinchazón e inflamación amplían su extensión y así sucesivamente. Por lo que la mayoría de estas respuestas que a menudo son culpadas por causa de nuestro dolor, son sólo las consecuencias de un sistema bien diseñado, de respuesta a la amenaza, y la postura acaba por pasar a ser una de ellas.
Todavía hago alguna corrección postural, pero no las reivindico tanto como solía. Sólo principalmente lo hago para mejorar la estética y la función.
Qué hay del fortalecimiento de los músculos para aliviar el dolor. Pensé que los músculos débiles eran el problema. He tenido clientes cuyo dolor de espalda desapareció después de hacer ejercicios para la espalda baja. ¿Por qué?
El fortalecimiento de los músculos puede o puede no tener mucho que ver con el impacto sobre el dolor. Para lo que el fortalecimiento es bueno, es para aumentar la tolerancia de los tejidos, de modo que usted no vuelva a dañarlos. El alivio del dolor que obtienen las personas cuando hacen ejercicios podría explicarse muy bien por los efectos no específicos del ejercicio. Por ejemplo, usted ha logrado convencer y confortar a su cliente diciéndole que el movimiento es bueno y que no debe ser temido, sobre todo en la parte del cuerpo en cuestión. También los ha educado acerca de que el dolor es debido a músculos débiles o desequilibrados y que se resolverá pronto. La mejora en el flujo sanguíneo, realizando el movimiento real (el que era supuestamente nocivo), la creencia de uno mismo en que él o ella conseguirá mejorar, todo contribuye a bajar el valor de la amenaza en el cerebro. Si desea advertir, estos enfoques descendentes y ascendentes son comunes a todo movimiento o ejercicio basado en tratamientos. Lo que no es común es el único mecanismo ofrecido como fundamento de estos tratamientos y su ignorancia de los poderosos efectos no específicos de su tratamiento.
Una vez más, aunque el dolor pueda solucionarse, hemos utilizado un modelo explicativo que además inculca la creencia de que el dolor es debido a una patología del tejido o a una disfunción o debilidad en los tejidos. Y eso, mi amigo, no es bueno.
Creo que eso es todo lo que tengo. He omitido algunas cosas, como la firma del dolor y otros mecanismos del dolor que son un poco más complejos. Espero (y deseo) que este artículo haya elevado bastante su curiosidad, de modo de cuestionar algunas de sus propias creencias y comprensión acerca de dolor y las lesiones.
Anoop… me ha dado realmente mucha curiosidad. ¿Dónde puedo leer más acerca de este tema?
¡Gracias!
Grandes sitios para leer (todos en inglés:
www.somasimple.com (excelente foro)
www.bodyinmind.org
www.forwardthinkingpt.com
www.bboyscience.com
www.saveyourself.CA
www.bettermovement.org
www.thebodymechanic.CA
Grandes libros para leer (todos en inglés):
Nivel principiante
Explain Pain de David Butler y Lorimer Moseley (imprescindible leer)
Painful Yarns por Lorimer Moseley
Nivel intermedio
Pain por Patrick Wall
The Challenge of Pain por Ronald Melzack
Sensitive Nervous System por David Butler
The Back Pain Revolution por Gordon Waddell
Topical Issues in Pain por Louis Gifford
Therapeutic Neuroscience Education: Teaching patents about pain por Adriaan Louw (un libro sobre cómo hacerlo con el enfoque de arriba hacia abajo)
Pain por Lorimer Moseley (DVD)
Reconocimiento: Me gustaría dar las gracias a Jason Silvernail DPT, DSc, FAAOMPT y Joseph Brence, PT, DPT, FAAOMPT, COMT, DACc por ayudarme a editar el artículo. Agradecimiento especial a Joe por leer cuidadosamente el artículo y todo lo que escribí asegurándose de que es preciso y coherente con la ciencia del dolor. Por favor marque su excelente página web: www.forwardthinkingPT.com.
Por favor comparta este artículo para que todo el mundo lo sepa. Es probablemente uno de los artículos más importantes que nunca escribí y que jamás leerá.
Acerca del Autor.
Anoop T. Balachandran tiene un Máster en Fisiología del Ejercicio de la Southern Illinois University Edwardsville y otro Máster en Rendimiento Humano de la Universidad de Florida en Gainesville. También es un entrenador personal certificado por el American Council of Exercise (ACE) y un Entrenador de Fuerza y Acondicionamiento Certificado por la NSCA, es miembro del comité ejecutivo de la NSCA PT, y también el moderador del foro, NSCA Personal Trainer.
Su principal área de interés es la hipertrofia muscular o el crecimiento muscular. Sin embargo, trata de no perderse nada sobre nutrición, entrenamiento funcional, powerlifting, terapia física, pérdida de peso, o simplemente cualquier cosa relacionada con la fuerza y la condición física.
Todos sus artículos están basados en la evidencia. No cree que necesitemos más artículos de fitness basados en opiniones y anécdotas: tenemos un montón. Ha trabajado en un laboratorio de fisiología muscular que estudia la atrofia muscular (pérdida de masa muscular) durante 2 años como asistente de investigación.
También tiene alrededor de 10 años de experiencia trabajando (y todavía lo hace) como entrenador personal. Ha trabajado como coordinador de fitness para una universidad durante algunos años. Actualmente está haciendo su doctorado en Fisiología del Ejercicio.
Es dueño del excelente sitio exercisebiology.com.
Traducido por Juan Ignacio Arenillas con autorización del autor.